miércoles, 2 de septiembre de 2009

triste

Más de una vez pensé: que extraños son los mecanismos mentales que llevan a la locura, al asesinato o a la santidad, y a un mismo sujeto a ser loco, asesino y santo. La cárcel arrincona tantas historias disimiles, entre arrepentidos, expertos, improvisados, miedosos, felices, fracasados…… pero desde el inicio entendí que mariano no era como la mayoría. No robaba con armas ni era capaz de lastimar. Lo que había sufrido con el padre le alcanzaba, y por eso no quería producir nada que lo identificara con ese monstruo, como solía llamarlo. No tomaba alcohol ni consumía drogas. Pero la gran diferencia, la más excepcional, era otra. Mariano era un ladrón de libros, cosa por demás extraña en el ambiente. Su sistema: robaba en un lado y lo colocaba en otro. Se llevaba su ejemplar de una librería y lo revendía en la feria de libros del parque Rivadavia o en la de primera junta donde nos reencontramos. Solo libros; con eso le alcanzaba para subsistir…….
Pensamientos contradictorios me gobiernan. Como un fraile que luego de salir de un prostíbulo intenta comunicarse con su dios, yo siempre viví atormentado por ciertas ideas. Pero desde aquel sueño, mi búsqueda interior fue orientándome, de manera casi imperceptible, hacia zonas cada vez más oscuras. Todo lo que fue sucediéndome, todavía hoy, me resulta enigmático…….
Extraído del libro: LETRA EN LA SOMBRA, autor PABLO MELICCHIO

Solo lo escucho y el solo habla, cuenta lo triste que esta últimamente, le pregunto por qué y me dice que no lo sabe y? y que pregunta, el motivo, por algo debe ser. Dice: si seguro siempre algo te entristece.

1 comentario:

pablo melicchio dijo...

Aunque el recorte de una novela suele dejar mucho afuera, creo que en este caso, es una buena presentación de lo que el lector puede hallar en "Letra en la Sombra", gracias.
Pablo Melicchio